mayo 29, 2010

Sábado

Ha pasado más de una semana desde el terremoto y la vida empieza a regresar a la normalidad. Las personas regresaron a sus hogares, los negocios han vuelto a abrir, y la escuela ha comenzado de nuevo.

Después del "incidente" con el grupo de voluntarios, y gracias a la propaganda que ha hecho Juan, me he convertido en la principal atracción del cuerpo estudiantil. Algo así como el héroe popular o el fenómeno de la escuela, aunque yo sentía que era el payaso de la clase.
He estado contando la misma historia una y otra vez tantas veces que ya lo tengo memorizado. Es una historia que ha dado tantas vueltas y ha pasado por tantos oídos que se ha convertido en una leyenda más, exagerándose cada vez más y más. Incluso me han puesto un nuevo apodo: Super-boy.

Aparte de ser acosado por curiosos y extraños, mi situación ha mejorado bastante. La cabeza ha dejado de zumbarme todo el tiempo y ahora solo tengo jaquecas de vez en cuando. He pasado un par de veces por la enfermería y, aunque no me fío tanto de los instrumentos de hace veinte años, me han reportado con una excelente salud física. Parece que mi metabolismo ha cambiado un poco y mis músculos y sentidos se han refinado, según la enfermera, por el estrés post-traumático del terremoto.

En verdad me siento como una persona nueva.


Esta entrada y el resto de las de éste blog forman parte de una partida de blogplaying. Todo parecido con personajes o situaciones reales es puramente circunstancial. Encontrarás más información en www.trasgotauro.com

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