mayo 23, 2010

Domingo

Por fin, después de cuatro días nos han regresado el internet.

Han sido días dificiles para todos, en especial después de la respuesta del gobierno. Vivimos en una región con alta actividad sísmica, y nadie había previsto uno tan fuerte. Los primeros reportes cuando la electricidad regresó, casi 24 horas después, decían que había sido un terremoto de 8.7 en la escala de Richter. Un susceso histórico, ya que el país nunca había sufrido de un impacto tan fuerte, nisiquiera en el 86. Con más de la mitad de la ciudad en ruinas y cientos de muertos cada hora, parecía bien el fin del mundo.
He perdido amigos y conocidos en el terremoto, pero por alguna razón, no siento tristesa. Tal vez porque no he tenido el tiempo para recordarlos, o porque he intentado sacar inspeccionar la seguridad del departamento donde vivo, o simplemente no quiero pensar en ello. Nadie quiere pensar en ello.

Ahora que tengo internet (increíble que regresara en Domingo), primero que nada, me he puesto en contacto con mi familia, decirles que estoy bien. Las lineas telefónicas son inestables hasta ahora, pero algunas redes de internet trabajan lo suficientemente bien. Además, he decidido empezar este blog, a modo de diario, para mantenerme con algo que hacer para mantener ocupada mi mente.

Me siento normal, aunque algo cansado, con un incesante dolor de cabeza, pulsando y palpitando, desde que terminó el terremoto. El doctor del refugio donde me quedé los primeros días dijo que podría ser por el estrés y la adrenalina, pero llevo tomando las pastillas que me dio desde ese día y el dolor no se va. Espero que ahora que ya estoy en casa, seguro, y con mi familia sin preocupaciones, el dolor desaparezca paulatinamente.


Esta entrada y el resto de las de este blog forman parte de una partida de blogplaying. Todo parecido con personajes o situaciones reales es puramente circunstancial. Encontrarás más información en www.trasgotauro.com

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